La organización ecologista Greenpeace, denunció que el gobierno federal omitió hablar del tema de seguridad al anunciar el hallazgo de crudo en aguas profundas del Golfo de México.

La coordinadora de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace México, Beatriz Olivera, recordó que la explotación de crudo en aguas profundas ha provocado graves accidentes y contaminación, sin embargo el gobierno federal se niega a tomar las medidas adecuadas para evitarlo.

“No bastó el hundimiento de la plataformaen el Golfo de México como una lección para que éste tipo catástrofes no vuelvan a ocurrir, tampoco parecen suficientes los 53 derrames ocurridos en el país en lo que va del año, incluidos los más severos registrados en Coatzacoalcos y Salina Cruz”, acusó.

La ambientalista, afirmó que con la extracción que realiza Petróleos Mexicanos (Pemex) en el pozo Trión-1 desdeña la probabilidad de ocasionar una catástrofe ambiental similar.

Por eso, consideró que Pemex debe explicar la forma en que hará frente a un derrame de crudo si éste llegara a ocurrir, pues extracción que realiza en el área de Perdido ubicado en la mencionada cuenca marítima, es considerada no convencional y de alto riesgo.

Recordó que en las resoluciones de los proyectos para perforar los pozos Trión-1, y Supremus-1, ambos en el Golfo de México, la Comisión Nacional de Hidrocarburos alertó de severas deficiencias de Pemex para contener derrames y aun así, ha avalado ambos proyectos de perforación.

“La CNH, el órgano regulador, no había autorizado a la paraestatal mexicana a iniciar actividades en aguas profundas al no contar ésta con las condiciones de seguridad necesarias para operaciones con tirantes de agua mayores a 500 metros de profundidad. Finalmente, el pasado mes de mayo, la Comisión le otorgó el permiso excluyendo los riesgos implicados para la seguridad ambiental y económica de los mexicanos”, acusó.

El pozo Trión-1, cuya perforación fue autorizada el pasado 21 de mayo comenzó a ser perforado el día 17 de junio con la asignación petrolera A-081-28.

“Dada la trascendencia y los riesgos, Greenpeace exige a Pemex haga públicos los planes de contingencia y respuesta ante derrames de hidrocarburos, así como las pólizas que ha contratado para hacer frente a tales riesgos”, agregó Olivera.

Y es que dijo que Pemex ha demostrado innumerables veces su ineficiencia para atender derrames y emergencias ambientales, la prueba más reciente de ello es el derrame ocurrido el pasado 11 de agosto en Salina Cruz, Oaxaca.

El vertido de hidrocarburo, debido al hundimiento de la monoboya número tres de la Refinería Antonio Dovalí perteneciente a Petróleos Mexicanos en el Golfo de Tehuantepec, dejó a su paso daños en el ecosistema costero, muerte de especies marinas y sin fuente de trabajo ni alimento a los pescadores de la zona.

El pasado 23 y 24 de agosto, Greenpeace México realizó un recorrido en la zona de hundimiento de la monoboya de Pemex y en las playas cercanas.

En Playa Cangrejo, se detectaron manchas aceitosas que impregnaron la playa y contaminaron la laguna del poblado, habían pasado 13 días y el olor característico de la hidrosina continuaba percibiéndose en el ambiente. Los habitantes de la comunidad manifestaron su inconformidad ante representantes de Pemex y reclamaron la tardía respuesta para contener el vertido en el mar y la inexplicable demora en la limpieza y remediación de daños.

FUENTE | www.elgolfo.info