El calentamiento global, la pérdida de hábitat, las turbinas eólicas y los gatos son los principales factores.

Cada vez más, tanto observadores ocasionales  de aves y ornitólogos señalan una disminución constante en el número, no sólo de las especies en peligro de extinción, sino también de las aves comunes que generalmente no se consideran en situación de riesgo.

Estudio tras estudio, encuesta tras encuesta muestran una preocupante tendencia a la baja en las poblaciones.

Un informe de la Sociedad Audubon llamado “Pájaros comunes en decadencia”, por ejemplo, muestra que algunas especies de amplia distribución general han disminuido.

Las cifras reflejan una serie de amenazas que enfrentan las aves en toda América del Norte.

Parques Eólicos

Para los conservacionistas, las aspas de las gigantescas turbinas eólicas representan espadas de doble filo.

Aunque los números están sujetos a debate, muchos biólogos estiman que alrededor de 400.000 aves morían cada año a través del impacto de las turbinas eólicas.

American Bird Conservancy y otros grupos de apoyo han presentado propuestas y normativas que mantendrían a los aerogeneradores lejos de las rutas migratorias, los humedales, refugios de vida silvestre y áreas similares que puedan ser frecuentados por aves.

La pérdida de hábitat

Varios informes publicados conjuntamente por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los EE.UU, conjuntamente con grupos conservacionistas, han reportado una tendencia general a la baja para la mayoría de los hábitats naturales de las aves.

Si las temperaturas globales siguen aumentando, las especies podrían desaparecer así incluso antes de que el cambio climático elimine su hábitat de anidación.

Pero el cambio climático va a afectar a las aves de varias formas, algunas de ellas imposibles de predecir.

Vía | news.nationalgeographic.com